viernes, 16 de agosto de 2024

La nodriza esclava (Cap4-Ana Bolena-3era parte)


 

Isabel Law se había olvidado de sus sarcófagos y asistía a la reina por completo sin esperar mandatos. Estaba ordenando su vestuario y el de la niña cuando vio, entre las fuentes rodeadas de verde por el follaje de las rosas filipinas, que se acercaba el hombre de la caperuza con el arma en sus manos ensangrentadas. El desconocido rozó el traje de Ana y lo ensució para dirigirse luego a Isabel que huyó por detrás de la cúpula central y se extravió entre los pinos del jardín.

En la oscuridad, buscó refugio porque escuchaba sonidos de cadenas. Miró a un lado y al otro del sendero que estaba desierto. Caminó unos pasos y se ocultó detrás de unas matas; el silencio se mezclaba abruptamente con el sonido inacabable de esos hierros.

De pronto, por la vía envuelto en la niebla imperecedera de los sepulcros, un hombre en un caballo blanco. Isabel creyó que era Auguste; no lo dejó parar y se sostuvo de su pierna hasta que logró subir… Las cadenas se escuchaban cada vez más cerca y había olor a leño bruñido; se acordó de Juana, la santa guerrera.

El cielo apiñado estaba cada vez más oscuro. El jinete no se detenía y tampoco tomaba la huella para ir a su casa en el campo; sintió temor porque estaba comenzando a darse cuenta de que ese hombre no era Auguste. Quiso soltarse pero él la sujetó con fuerza; no podía resistir el contacto con alguien que no fuera su esposo porque esa conexión le traía culpa, miedo, debilidad y pasión.

El desconocido se detuvo al costado de un camino sinuoso parecido a las callejas de su aldea. Los sonidos leves de mascotas despilfarraban risas en la humedad de la medianoche.

---¡Bajad del caballo! ---le gritó.

Él estaba de pie y se acercaba cada vez más; imaginaba que era una mujerzuela superficial que derrochaba el dinero de la corte, que podía malgastar horas en pequeños “Hércules” de juguete. Trató de tomarla de la cintura y comenzaron a forcejear; ella lloraba e insistía en no bajarse del corcel pero el hombre, a cada momento, intentaba derribarla. Finalmente, se cansó y subió al caballo; la acercó a la población. Allí, frente a la toldería de nativos, la empujó con violencia y huyó rápidamente. Isabel se incorporó como pudo; quizá ese empellón fue una dádiva más de un Dios protector, porque podría haber sido ultrajada por ese desconocido. ¿El encapuchado hubiera sentido misericordia?

Isabel comenzó a escuchar sonidos de cadenas. Escapó entre los sembrados de los labriegos hasta llegar a su casa. Entró y cerró con doble candado; Auguste Deux se había ido de caza a los bosques de Windsor. Había sobre la mesa una nota y una candela encendida…


Isa se acomodó en la cama y ese rimbombante eco se hizo tan cercano que ella parecía que iba a enloquecer de tanto horror. Miró por la ventana y vio que cientos de hombres arrastraban las piernas. Habían sido martirizados o quizá se dirigían hacia algún lugar para ser crucificados. Entre ellos creyó distinguir la imagen del apóstol Pedro con el bastón y su barba.

Las apariciones eran un tormento para Isabel. ¿Existían esas criaturas?  El año 64 estaba tan lejos como aquel emperador Nerón que hizo asesinar a su propia madre, a su esposa, a su maestro y a cuantos sospechaba que no le eran adictos. Sobrepasó en mucho los crímenes de Calígula.

Cómo el miedo con todo lo que tiene de debilitante puede transformar las visiones y cincelar dibujos tan perfectos. Era de necios pensar en la veracidad de los hechos. Roma estaba alejada de Inglaterra y transcurría el año 1535.

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LA NODRIZA ESCLAVA
------------------------------Enrique VIII, Ana Bolena, Calígula, Catalina de Aragón, Los verdugos, Isabel I, Nerón.

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