DAMIÁN ROCA (El hijo de Encarnación y de Alejandro Roca)
Al bebé de Encarnación lo llamaron Damián porque ella había elegido ese nombre desde el primer día que supo que estaba embarazada. Un estremecimiento de aprensión y gusto inundó el alma de Manuela al contemplar al niño, su nieto, pero los bellos pensamientos se le mezclaban con los trastos de los mausoleos, con los espíritus que volvían al lugar de la partida, con aves negras que hablaban entre el frondoso ramaje de los paraísos y sus hojas virginales, sus ruegos incompletos y el perfume de Rocío que se esfumaba en la atmósfera con efluvios balsámicos…
Ella seguía siendo una criatura a pesar de ser abuela. (fragmento)
Ella seguía siendo una criatura a pesar de ser abuela. (fragmento)
Damián creció al amparo de MANUELA porque su madre, Encarnación, falleció muy joven. El padre se lo entregó a su abuela como ofrenda por la desaparición de su hija.
El niño sufrió todo tipo de enfermedades psicosomáticas, anorexia y problemas para relacionarse con los demás niños.
Ellos, sus abuelos y su tía Letizia, jamás le mostraron la foto de su mamá. Pensaban que eso le haría mal pero no se daban cuenta que él, con su silencio, estaba demostrando que aquella ausencia lo iba consumiendo dejando a la vista sus pobres sentimientos.
De--- El silencioso GRITO de MANUELA
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