martes, 25 de agosto de 2020

"Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio". Proverbio hindú



Aquella Manuela que conocí no me miraba, no se daba cuenta de que yo la observaba como quien ve un lienzo empolvado por los años. Ella era distante, inalterable, sosegada... Llevaba sus angelicales procesiones dentro del alma como un nudo de llanto. Era la madre que sabía hablarle a los muros, a la sombra asilada en su piel, a los retratos. Yo era una más que llegaba para irme rápido detrás del anochecer.

EL SILENCIOSO GRITO DE MANUELA
Manuela, una mujer real.
BARBASTRO, ESPAÑA
-1960-

MIEDO A SUFRIR Y A CRECER...
MIEDO A LA LIBERTAD.

Manuela, la protagonista, una mujer que no pudo crecer a pesar de haber formado una familia.

¿Por qué será que las verdades más elementales resultan las más difíciles de comprender?
¿El exceso de razón debilita...?

Ella tenía la sensación de que su cuerpo era completamente vacío y que de él emanaba un aire helado como el que sale de las grutas.Los miedos la declaraban incapaz de entendimiento y voluntad.Por ese camino llevó a sus hijas.¿La capacidad de dar vida te transforma en omnipotente?
El amor adulto es sereno y acompaña a cambiar las cosas equivocadas por las justas.Manuela acumulaba cenizas y guardaba todos sus miedos para después cuando la conciencia la viera deshojando sus furias.

Las hijas se fueron en busca del amor con la orfandad dibujando brújulas y barriletes: solas, olvidadas... prófugas.

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