domingo, 8 de mayo de 2022

Con tanto amor...

 


María de la Cruz y Agustín se perdieron entre los sembrados tras los montecitos de moras y aquel criollo se quedó observando el horizonte intentando calmar su corazón bravío. Pensaba que no debía mirar así, con tanto amor, a una mujer diferente, pura e inalcanzable; sin embargo, el cariño le brotaba cual manantial y era imposible detenerlo. Se fue para su rancho y se recostó en un jergón de chala a pensar. No sabía qué hacer con ese sentimiento que no conocía y que pretendía olvidar, pero la imagen bella de María lo envolvía en las noches serenas para decirle palabras que jamás había escuchado de una mujer. Necesitaba afecto, del bueno, del auténtico.

------------❤Tu sillón vacío.

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