LA APATÍA
La apatía
se entrega
al reposo de los días.
Padece la ingratitud
de las prisiones,
el espacio limitado…
Es escombro,
extravío,
penumbra silente, intranquila…
se entrega
al reposo de los días.
Padece la ingratitud
de las prisiones,
el espacio limitado…
Es escombro,
extravío,
penumbra silente, intranquila…
Aburre su descreído pensamiento
que eterniza su furia
en un grito sostenido.
Espera el desenlace
más allá de su oscura cobardía.
que eterniza su furia
en un grito sostenido.
Espera el desenlace
más allá de su oscura cobardía.
¿Por qué Manuela se entregaba a la apatía de los días?
Era una mujer que esperaba porque el miedo acechaba detrás de los muros para decirle que era víctima.
Era una mujer que esperaba porque el miedo acechaba detrás de los muros para decirle que era víctima.
Ella no podía defenderse, no sabía cómo hacerlo, porque nadie le había enseñado a crecer. Todo absolutamente todo lo hacían por ella dejando que su cuerpo se convirtiera en ceniza, en incertidumbre y desasosiego, en vida estéril.
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