domingo, 26 de marzo de 2023

El silencioso grito de Manuela (Cap XII 3era parte)



Letizia, con su locura disimulada, era la protagonista que no podía descubrir la verdad que Manolo ocultaba tras el artificio de las caretas. En realidad, ella casi no le importaba porque con su apatía había olvidado en qué fecha nacería su hijo; decía que sería varón porque se lo anunciaba Dios y nadie más. Letizia jamás se había hecho un estudio para saber si tenía algún problema o si todo marchaba bien.

Una tarde, cansada de estar sola en la residencia de Zaragoza, se fue para Barbastro con su valija y dispuesta a quedarse con la familia. El misticismo de Manuela ya no la asustaba porque era peor la soledad de los cuartos en una casona poblada de fantasmas. Cuando la madre la vio llegar sintió que el mensaje había llegado a destino y la abrazó tan fuerte como cuando era niña para protegerla de los extremos a los que el temor solía llevarla para ajustar cuentas. En realidad, Manuela se aferró a Letizia con ferocidad para atrapar nuevamente la infancia de su alma que no crecería nunca. A su edad, se sentía hija de ella porque la necesitaba, aunque sabía que Letizia vagaba entre el delirio y la verdad.

-¿Has vuelto o vienes de visita?-le preguntó ansiosa con el delantal de cocina en las manos y la cara blanca llena de harina.

-Regreso a casa pero no me preguntes.

-Ese hombre insípido, ¿te ha lastimado?


-Deja el interrogatorio para después porque las dos tenemos muchas dudas.

Julián, fuera de control, la recibió con una ternura de viejecito melancólico tratando de reconstruir en unos minutos toda una vida. Con cierta alegría le llevó la valija a la habitación y luego desde el cincel miró a su familia reunida con nostalgia. Él era un hombre muy sentimental que escapaba a los prototipos, una luz blanca, clara, que huía de la oscuridad.

Letizia, después de una semana de haber regresado, dio a luz al niño tan esperado a quien llamaron Antonio; intentaron, con ese alumbramiento, comenzar una etapa feliz.

*
EL SILENCIOSO GRITO DE MANUELA
ETERNAMENTE MANUELA

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