-Viejo te has consumido bajo las
ruedas de tus autos -le dijo a Julián que ojeaba un folleto de coches último
modelo.
-¿Quieres que me narcotice con tus
pastillas?
-Necesito que regreses al presente.
-Tú ya no cambias, mujer, con todo
lo que nos ha pasado, yo no me explico cómo nos mantenemos en pie.
-Dios sabe lo que necesitamos.
-No me hables de religión porque
con eso no hacemos nada. Es perder el tiempo.
Julián estaba tan grande como sus
desdichas y no le quedaba aire para respirar. Era adicto a la desgracia en
forma rudimentaria y estaba convencido que algo, muy temido, ocurriría en
cualquier momento.
-Manuela ve a la iglesia de San
Francisco y reza todos los rosarios que quieras porque yo no voy a mantener
relación ni conversación con tu amo. Estoy muy dolido.
***
La historia avanzaba en cada
capítulo y los personajes sospechaban las claves de los recursos narrativos.
Las dudas ahondaban en cada uno de los roles desde el inicio hasta el posible
final. Era un rompecabezas armado por alguien que no aceptaba contradicciones.
“La vida es una sola entonces por qué no rebelarse ante los fracasos,
allí donde no existe un respiro y se torna difícil por su negación.”
Letizia era una madre que recurría al manejo de lo absurdo para calmar la ansiedad que la transformaba en una extraña. Con Manolo trataba de jugar a ser feliz pero esa carga le resultaba tediosa y demasiado pesada para su cuerpo. Ella había sido una niña enferma y hoy seguía teniendo patologías propias de personas adictas a los sufrimientos. Dios velaba sus pasos y Letizia, a pesar de las contradicciones, le era fiel porque la ataba a la tierra y también al deseo de encontrarse con los seres que habían partido. Escuchaba las voces de Lucía y de Encarnación, los arrullos de la abuela Francisca y hasta veía la mirada inerte de José.
“Los muertos se llevan a quienes
más han amado por eso Lucía llamó a la perra Rosario”, pensó aliviada tratando
conscientemente de tener un minuto de relajación en medio de tanto
desconcierto.
No sabía cuál era el eje para
repartir las horas porque se hallaba aislada en medio de danzas antiquísimas
que los cultos le traían a la memoria:
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario