SALVADOR FERRER
Un hombre fiel a sus convicciones, educado, amable, de excelente familia que descubre, después de veinte años, que se ha casado con la persona equivocada y que ello le está ocasionando situaciones irrevocables.
DOLORES (esposa de Salvador)
Una mujer fría y calculadora, sin moral ni ética, que atormenta hasta el hartazgo a un marido que ya no tiene fuerzas ni para imponer el orden como jefe de familia.
ROBERTO FERRER (hijo mayor de ambos)
Un joven adicto que no estudia ni trabaja. Su madre lo apoya y no permite que Salvador le ponga límites a su vertiginosa vida. Él se rebela contra todos tratando de subestimar la figura seria y formal de su progenitor.
MÍA FERRER (la hija mujer)
Una joven parecida a su madre, algo frívola y despreocupada que no sabe qué camino tomar.
La típica niña rica que todo lo tiene y que hace ostentación de su bienes materiales pensando en la codicia de los otros.
GUILLERMO FERRER (el hijo menor)
El niño es espejo de su padre: bondadoso, sensible, humano, noble. Tiene claras sus ideas a pesar de su corta edad.
Más adelante, tomará una gran decisión para el descontento de muchos.
ÚRSULA LÓPEZ GIL DE FERRER (madre de Salvador)
Una mujer demasiado sobreprotectora que depositó, desde que quedó viuda, su confianza en el hijo mayor a quien amaba. Necesitaba de él para vivir pero, según ella, Dolores se lo arrebató. Odiaba a su nuera a quien consideraba una persona inescrupulosa y cruel.
PILAR FERRER (hermana de Salvador)
Una joven callada y sin ambiciones. Sufre el acoso de su madre que la quiere tener amarrada a ella por sus inseguridades. Pilar no tiene vida propia. Cuando intenta buscar su destino queda atrapada en él.
SUSAN ALINA AVELLANEDA (la mucama)
Una colaboradora humilde y servicial, humillada por Dolores y sus hijos, que trabaja en la casa desde joven. Ella parece ser fiel y compasiva pero un día se cansó...
Finalmente, se enfrenta a todos por los agravios recibidos y decide pensar en sí misma.
Deja una huella marcada para siempre.
CLARA FRANCH (La Novia)
Una mujer bella y sensible que es abandonada por Salvador Ferrer a días de su casamiento.
Ella, después de aquel terrible y doloroso episodio del que no ha podido recuperarse, se queda en su casa cuidando a sus padres toda una vida. Cuando ellos mueren, siente que su existencia de soledad se transforma en estéril y entonces resuelve volver para encontrarse con aquel hombre que le hizo tanto daño pero que sigue amando.
No sabe qué camino tomar pero conserva la firme convicción de que algo tiene que hacer para tratar de acallar sus demonios internos. Va en busca de Salvador dispuesta a todo.
"Amor sin fin,
nos vemos en el camino"
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