"Soy una mujer que espera".
Es que todos aguardamos en esta vida que nos toca
un estímulo, una señal...
Algo que nos modifique el camino
si es que no tomamos la iniciativa y salimos a la calle
a buscar destinos.
De repente,
nos sentamos a leer historias,
testigos de milagros,
fuente de desvelos...
mientras esperamos respuestas,
a amores silenciados,
palabras que no llegan...
Queremos ser felices
y perseguimos la Gran Dicha
que quizá
dejamos pasar sin advertir,
porque no nos damos cuenta
de que la felicidad
son sólo momentos.
Es buena... la espera.
Nos ayuda a crecer,
a distinguir entre lo bueno y lo malo,
a ir con pausa.
En esas metas que anhelamos,
en esos sueños por cumplir,
en el regreso de un ser querido,
en el mañana,
en cada hora...
nos sentimos expectantes
y eso mantiene nuestro ser activo,
el alma ilusionada
con cada latido
de un corazón que siente
que todo...
absolutamente todo puede ser posible.
La vida es una...
mientras esperas
camina despacio por tu propio laberinto
de emociones.
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