Quisiera ser mariposa
que se posa en cada flor,
tan frágil y vistosa
llevando perfumes al sol.
Ser compañera del viento
que acaricia un caracol,
mezclándome con la arena
y refrescar el amor.
Quisiera ser como la lluvia
que golpea en los cristales,
necesaria por momentos
como lágrimas del aire.
Libre como una nube
que se desplaza sin cesar,
en un inmenso cielo
con música celestial.
Pero algo más quisiera
y sé que te agradará,
es que conserves tu alma
tan pura y original,
porque es ahí donde siempre
a mí me gustaría estar.
Bendecidos por la lluvia
y abrigados por el sol,
salpicados de ternura
alimentando el amor.
Mary Acosta